Frailecillos, volcanes y música: ¿Por qué visitar Vestmannaeyjar?
Cuando la mayoría de la gente piensa en Islandia, imagina glaciares, cascadas, playas de arena negra y el Círculo Dorado. Pero hay un pequeño y mágico archipiélago frente a la costa sur que a menudo se pasa por alto: Vestmannaeyjar, o Islas Vestman.

🐧 Paraíso de los frailecillos: los residentes de verano más adorables de la naturaleza
Vestmannaeyjar alberga la colonia de frailecillos atlánticos más grande del mundo. Cada verano, millones de frailecillos regresan a los acantilados de Heimaey para anidar y criar a sus polluelos.
Uno de los mejores lugares para verlos es Stórhöfði, el extremo sur de la isla, conocido por ser uno de los lugares más ventosos de Europa. Pero en un tranquilo día de verano, puedes sentarte en el acantilado y observar a los frailecillos despegar, aterrizar y hurgar en sus madrigueras a solo unos metros de distancia.
Si la visitas en agosto, incluso podrás presenciar la encantadora tradición local en la que los niños rescatan a los frailecillos (pysjur) que se pierden en la ciudad guiándolos de regreso al mar.
Volcanes y supervivencia: Un pueblo que surgió de las cenizas
En 1973, los habitantes de Heimaey se despertaron con una pesadilla: el suelo se agrietó y el volcán Eldfell entró en erupción justo a las afueras del pueblo. La lava arrasó casas, expandió la costa de la isla y casi cerró el puerto. Pero los habitantes evacuaron rápidamente y finalmente regresaron para reconstruir.
Hoy, puedes subir a Eldfell para disfrutar de impresionantes vistas de la isla, el océano y los campos de lava que cambiaron para siempre Heimaey. No te pierdas el Museo Eldheimar, un conmovedor homenaje a la erupción, con casas excavadas y conservadas bajo cristal.
Festival Nacional: el festival local por excelencia de Islandia
Cada agosto, Vestmannaeyjar celebra una fiesta sin igual en Islandia. El festival Þjóðhátíð es un largo fin de semana de música, hogueras, fuegos artificiales y pura energía islandesa. Se celebra en un impresionante anfiteatro natural rodeado de acantilados y colinas cubiertas de hierba.
Miles de lugareños y viajeros cantando juntos bajo un sol de medianoche, fuegos artificiales iluminando el cielo y un ambiente que parece en partes iguales un festival de música y una reunión familiar.
Cómo llegar: más fácil de lo que piensas
En verano, el trayecto en ferry desde Landeyjahöfn es tranquilo y pintoresco, con una duración de 35 minutos. Puedes ir en coche o a pie, y el horario es fiable gracias a la calma del mar.
Como alternativa, puedes tomar un vuelo nacional corto desde Reikiavik y aterrizar en Heimaey en menos de 30 minutos. Su fácil acceso lo hace perfecto para una excursión de un día, aunque una estancia de una noche te da más tiempo para disfrutarlo al máximo.
¿Qué más? Cuevas marinas, avistamiento de ballenas y excursiones épicas
- Haga un recorrido en barco por las islas para explorar cuevas marinas y avistar delfines o incluso orcas.
- Camine por el valle de Herjólfsdalur, donde las verdes colinas se elevan abruptamente alrededor de un entorno de la época vikinga.
- Disfrute de pescado recién capturado en uno de los acogedores restaurantes junto al puerto de la isla.